No hay palabras que describan lo que estoy sintiendo. Es como si una parte de mi se hubiese perdido y no puedo encontrarla; es como si una parte de mi fue asesinada. ¿Estoy enojada? No. ¿Triste? No. No tengo ningún sentimiento, pero a la vez siento una avalancha de emociones que me ahoga, y no tengo como salvarme. Me siento vacía. Tengo un nudo en la garganta que me avisa que, en cualquier momento, las lagrimas saldrán; no puedo comer porque, de alguna manera, me da nauseas; Ya no puedo permitirme llorar porque, cada vez que lo hago siento que no voy a detenerme nunca. No respiro, me falta el aire. Ya no me importa nada. ¿Qué se supone que tengo que hacer ahora? Mi mayor sueño, o meta, era poder conocer a esas personas que me ayudaron tanto en la vida, pero ya ese sueño se desvaneció.
Tengo que seguir adelante pero ¿Cómo? No tengo motivación, no tengo esa meta que me mantenía viva. No tengo nada. No soy nada. Ellos eran la mayor parte de mi, y ahoraque no están dejaron un hueco difícil de tapar.
Al enterarme de la noticia, me encontraba en la escuela. Traté de ser fuerte, pero fallé en el intento. Se me hizo imposible dejar de llorar e intentaba ocultarme de las miradas de los demás. Dejé de llorar, pero al segundo que puse un pie dentro de mi casa... exploté. Sentía que me ahogaba, la respiración se me dificultaba pero no podía frenar. Después de varios minutos, traté de calmarme. Me dolía la cabeza y sentía nauseas. Pero a pesar de todo eso, aunque me hayan hecho sufrir tanto (y aún seguiré sufriendo por mucho más) los sigo amando. Y odio el hecho de que no los odie, ni siquiera un poquito... para nada.
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