viernes, 21 de febrero de 2014

Alone

  Todo el mundo suele tener ese sentimiento de soledad de vez en cuando. Atraviesan esas situaciones en las que creen que no tienen a nadie y temen el llegar a un futuro en los que se encuentran solos. Pero, tarde o temprano, ese mal pensamiento se esfuma. No es mi caso. Temo por ello todos los días y es angustiaste saber que, en parte, es verdad. Estoy sola. No tengo ni una sola persona a la que puedo recurrir cuando siento que el mundo se me viene abajo, solo me tengo a mí misma en esos tiempos de tempestad. Y me pone muy mal el no tener a nadie en quien confiar en los malos momentos porque, en los buenos, todos están ahí. 
  Yo trato de hacer todo mi esfuerzo para encajar, no hacer un mal movimiento pero se complica a veces. Dejo pasar cosas que me hacen mal porque no quiero estar sola, pero a veces ellos no dejan pasar mis errores. Y ahí es cuando siento un ataque, no lo llamaría de ansiedad pero si de angustia/miedo. 
  Pero hay algo que me causa más dolor que todo lo anterior, y es el que yo los necesito más de lo que ellos a mí. Y es la pura verdad. Suelo sentir que no soy necesaria y, aunque incluso me duela escribirlo, siento que no soy querida. Es como si estuviese en el grupo solo porque cuando ellos llegaron yo ya estaba ahí. 
  Juro que se me hace un nudo en la garganta y se me nublan los ojos tanto pensar en esto como escribirlo. Y para empeorarlo todo, estas situaciones me hacen querer volver a la auto lesión. No puedo permitirme caer en eso otra vez, pero el dolor emocional es TAN fuerte, no se detiene y siento que la única manera de no pensar en ello es sentir dolor físico. Estoy poniendo mis mayores fuerzas para no hacerlo, pero no se cuanto duraran.
  Quiero tener un verdadero amigo. ¿Acaso es demasiado pedir?